Modernidad y tradición en un álbum conceptual sobre el amor

España necesitaba un nuevo icono pop que fuera capaz de conectar a las audiencias de todo el mundo con la tradición de su cultura. Y es que si algo se echaba de menos en la explosión del pop latino del siglo XXI, era la incorporación de una parte esencial de sus raíces: el flamenco. La cantante contaba a Beats 1, hablando de la composición de “Malamente”, que para ella esa motivación estuvo ahí desde el principio: “Estaba intentando componer algo que pudiese entender todo el mundo, experimentando con la electrónica pero conectando con mis raíces y el flamenco, combinando estos dos mundos”. La portada de El mal querer, de Filip Custic, pinta a Rosalía en una estampa mesiánica que la encumbra como alguien capaz de obrar ese milagro. Y así ha sido. Rosalía, bajo la producción de El Guincho e inspirándose en un libro del siglo XIII llamado Flamenca, ha conseguido catapultar el quejido flamenco a un público que trasciende generaciones y que ahora celebra, bailando, el nuevo advenimiento de una rica tradición.