La ansiedad es una dolencia que afecta a un gran número de seres humanos de todas las edades provocando diversas deficiencias y trastornos que pueden tener muchas causas, siendo el estrés una de las más importantes. Sin embargo, en la raíz de esas causas, el miedo -lo opuesto al amor- parece ser la fuente más importante de ansiedad.

Cristo, el hijo de Dios, cuando vino a este mundo como Jesús de Nazaret nos invitó a no afanarnos para nada en nuestro diario vivir porque tenemos un Padre amoroso que está detrás de nosotros en todo momento y que cuidará de todas nuestras necesidades, siempre que busquemos primero Su reino y Su justicia. Pero aparentemente, nos ha resultado muy difícil hacerlo porque tenemos muchos otros dioses en este mundo oscuro: el dinero, las pasiones, el poder y nuestros egos solo por mencionar algunos.

El autor trata de presentar nuestra ansiedad como un predicamento que puede ser solucionado si tan solo volvemos nuestro corazón a la única realidad que existe y al único amor perfecto al que podemos tener acceso que es el de nuestro Padre que está en los cielos quien ha sido revelado por Jesucristo como nuestra fuente inagotable de serenidad y bienestar.